Para poder realizar su trabajo, los equipos de soldadura necesitan una potencia eléctrica en buenas condiciones, de lo contrario puede generar un grave peligro para el soldador. Por ello, a los dueños de los equipos se les exige que estos pasen por un proceso de verificación de calibración.
La calibración de equipos consiste en que los controles y medidores del equipo se encuentren ajustados de acuerdo con lo establecido por el fabricante, con el objetivo de garantizar la seguridad del soldador y mantener la eficacia de las máquinas durante toda su vida útil.